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    (Crónica) España, una gloria más que merecida

    Por: Rodrigo Villegas

    A lo largo de toda esta Eurocopa, que ha empezado a mediados de junio y concluyó este domingo, un equipo de esos 32 involucrados en la fiesta deportiva del viejo continente ha hecho todo lo necesario para obtener el trofeo, el primer lugar. Y lo ha logrado, cosa que no siempre sucede: en el fútbol, a veces pasan cosas tan injustas (como en la vida en general) que a uno le quedan muchas cosas por pensar. Esta vez la divinidad estuvo “del lado correcto”: España se hizo de la corona, la cuarta de su historia.

    Y eso porque los rojos fueron el equipo más sólido del torneo. Pocos días antes que empezara la competencia, pocos daban algo por un equipo en renovación, plagado de jovencitos o de apellidos relativamente desconocidos para la mayoría de la gente. Al menos no destellantes como un Mbappé, Harry Kane, Cristiano Ronaldo, entre tantos. A pesar de contar con el mejor mediocampista defensivo del mundo, un gran Rodri, España no era un equipo de fiar, al menos no ante los favoritos Francia, Inglaterra o Alemania, que hacía de local.

    Pero así son las cosas, al final el oficio silencioso, el trabajo constante, fue el vencedor.

    Inglaterra, otra vez a las puertas

    Pero para hablar del campeón hay que hablar también del rival, del “némesis”: Inglaterra. Los blancos llegaron hasta esa instancia sin demostrar nada exuberante, algo que los destacara. Como se fue viendo partido a partido, los ingleses, aunque el talento se les cayera de los bolsillos de manera individual, nunca llegaron a cuajar como un equipo. Gareth Southgate, el DT, nunca le encontró la vuelta, a pesar de que en el camino, con muchos cambios en los jugadores y hasta en el esquema táctico, se logró cierta mejora que fue vista en el partido de semifinales con Países Bajos. Nada más. Después fueron los penales o algún gol aislado.

    Ahora, 90 minutos son solo eso, este domingo estuvo cerca de ganarle en los últimos minutos a España, después de anotar el empate de un casi siempre en el banco Palmer, un joven que ya hizo de las suyas con el Chelsea en toda la campaña pasada en la Premier League, la mejor liga del mundo pero que no logra contagiarle eso a su selección.

    Los ingleses, que venían de perder la final de la copa de 2020 con una feroz Italia en penales, tenían esa deuda y planeaban pagarla hoy, delante de una fanaticada inmensa, que se comió casi todo el estadio de Berlín. Pero no fue suficiente.

    Tal vez lo que más nos apena a todos los amantes del fútbol es la historia de Kane, el capitán y delantero de esta selección, un tremendo goleador de clubes que a pesar de todo lo que ha hecho en los últimos años, no ha podido conseguir un solo trofeo en su historia. Es como si sufriera una maldición: en su reciente transferencia al Bayer Múnich, equipo que había ganado once Bundesligas consecutivas, no pudo campeonar en esta, justo en esta. Esperemos que más pronto que tarde le llegue una medalla del primer puesto. Se lo merece.

    España, sólida desde el primer partido

    Una venida a menos España (al menos por la mirada de los periodistas de su país), comenzó una Euro que le venía difícil, compartiendo un grupo con Italia, la campeona defensora, y una siempre difícil Croacia. Muchos pensaban que, incluso, iba a quedar fuera en la fase de grupos. Pero no fue así: ganó sus tres partidos, y con total autoridad, y fue pasando de fase en fase, eliminando a colosos como Alemania, la gran favorita, y a la poderosísima Francia, con un Mbappé recién convertido en estrella del Real Madrid.

    Abanderado por sus dos flechas y jóvenes jugadores como Lamine Yamal y Nico Williams, además de un sólido mediocampo liderado por Rodri, Fabián Ruiz y Dani Olmo, fueron derribando uno a uno a sus rivales. Claro, no hay que olvidarnos de los capitanes, Morata y Carvajal, que con su experiencia le dieron todo lo que necesitaba a la furia roja.

    Porque esta España no es la de Iniesta y Xavi, consolidada como una de las mejores de la historia y que partía de la sangre de un Barcelona inolvidable, sino que esta nueva selección intenta ser más punzante, a costa a veces de no priorizar la pelota como en gestiones pasadas, sino en lanzarse con todo al cuello de sus rivales.

    Punto aparte para lo que hizo Yamal, un chico de 16 años que festejó su llegada a los 17 a un día de la gran final y, de momento, es el máximo aspirante a ocupar el sitial que ha dejado Messi (“bautizado” por el mismísimo crack argentino). Fue nombrado como el “Jugador revelación” de la Euro.

    Fotos: @EURO2024

    Europa

    En medio de la Euro, se vivieron momentos políticos relevantes para el continente, contando más que todo una: las elecciones legislativas en Francia.

    Un inesperado caudillo Mbappé se enfrentó a la extrema derecha de su país, que luchaba por obtener la mayoría absoluta en el parlamento francés en unas elecciones más que polémicas, donde Le Pen se sentía más que ganadora. Las palabras de la nueva figura del Madrid fueron más que importantes para que aquella situación se revirtiera.

    Otra cuestión es la de los turcos, que son miles en Alemania, y que fueron más que locales en sus partidos. Demiral, el defensor que con dos de sus goles los clasificó a cuartos de final, fue sancionado por la UEFA por, en sus festejos, hacer gestos representativos de los Lobos grises, movimiento, también, de extrema derecha.

    Por supuesto, lo que más se ve es el fruto de la inmigración, más que todo de los países africanos, que conforman y hasta son mayoría en los planteles europeos, muchachos que nacieron del viaje de sus padres en busca de una vida mejor para ellos, sus hijos. Si me pongo a contar nombres, llenaría más páginas.

    Porque el fútbol siempre es más de lo que se ve en la cancha, sino todo lo que significa e involucra, un espejo de la sociedad.

    Siempre llega el final

    Pasado un mes de fútbol en la mañana, en la tarde y hasta en la noche, solo queda despedirnos de una fiesta increíble que nos ha dado este hermoso deporte. Celebrar por España, por supuesto, una merecidísima campeona, y esperar su participación en el siguiente Mundial, donde ya de por sí llegará como una de las favoritas.

    Pero para eso faltan dos años aún, así que solo queda armarnos de paciencia y agradecer por esta Eurocopa que ha culminado, por tanta alegría y distracción que nos ha brindado. A resistir ahora el ch’aki futbolero con nuestra lamentable liga boliviana. Es lo que hay. 

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