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    Hasta pronto, comandantes

    Foto: @EURO2024

    Puede que este viernes se haya disputado la fecha más emotiva de lo que va de la Euro: dos grandes futbolistas, dos héroes, si quieres, jugaron su último partido en esta competición. Me refiero a Cristiano Ronaldo y Toni Kroos, dos leyendas.

    En el primer caso una Portugal que estuvo al mismo nivel que la favorita Francia perdió el pasaje a semifinales y el sueño de ser campeón una vez más en la ronda de penales, a donde se llegó porque no se sacaron diferencias en los 90 minutos de juego y en los otros 30 de prórroga. A pesar de convertir su tanto, CR7 vio el errado de Joao Félix y la eficacia total de los galos, que superaron la ronda de cuartos y dejaron al Bicho sin oportunidad de “despedirse” de Europa con un trofeo más en su gaveta.

    Claro, no debemos olvidarnos de un veterano Pepe, que disputó esta Eurocopa con más de 40 años y jugó cada encuentro como si tuviera 20. Un grandísimo defensor, quien, por supuesto, no alcanza a otra competición con su selección.

    Más temprano le llegó el turno a una Alemania, local de la Euro, que le jugó de igual a igual a una España que se había consolidado como la que mejor se había desplegado en el torneo, convirtiéndose, sin pretenderlo, en una de las máximas aspirantes a conseguir medallas de oro.

    Fue un partido muy igualado, reñido, jugado. Pero en tiempo suplementario (después del gol del alemán Wirtz en el último minuto de los 90, donde había obligado a ir a la prórroga), un recién ingresado y casi “desconocido” Mikel Merino se convirtió en el héroe al saltar como CR7 y cabecear una pelota tras un centro del mejor del encuentro, Dani Olmo, para anotar el definitivo 2 a 1 con el que pasó a semifinales y ahora deberá chocar con Francia.

    Aquella fue la despedida oficial no solo de su selección, sino del fútbol como tal, del grandísimo Toni Kroos, un genio en la cancha, un mediocampista que obtuvo más de tres Champions League (con el Real Madrid y el Bayer Múnich) y un Mundial con su selección, en 2014, donde fue protagonista en aquella destrucción a Brasil en las semis, por 7 a 1 en el Maracaná. Una leyenda viva que deja la pelota y nos abandona, huérfanos de su talento, de todo lo que nos dio a los que amamos este deporte.

    Este viernes fue la despedida de aquellos dos “comandantes”, Kroos y Ronaldo, de una Euro más que apasionante, que no te deja respirar hasta el último segundo, hasta el suspiro final.

    Claro, pasaron la posta: ahora les queda a Mbappé y Yamal, entre otros, continuar sus historias y apropiarse del futuro, porque el presente ya es de ellos.

    El tiempo, otra vez el tiempo.

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