Imagen: @laverde_fbf
Dos minutos. Solo resistimos dos minutos. Nada más. Un golazo de Pulisic ante la historia de siempre, de cada año. De cada partido.
Es imposible competir con selecciones con jugadores que trabajan en Europa, en equipos como el Milan o la Juventus, en este caso, el de Estados Unidos. Nuestra mayor «estrella», Villamil, es suplente en Liga de Quito.
Pero uno enciende la TV, se acomoda y se dispone a sufrir por 90 minutos, hora y media de agonía. De entender que la mejora a corto o mediano plazo parece algo imposible. Que, incluso, cada vez estamos peor. Es el famoso lamento boliviano.
Poco tiempo más tarde llega el 2 a 0 y el resultado queda ahí por las buenas atajadas de Viscarra, nada más. Ni una sola llegada decente de Bolivia al arco contrario.
Y nos queda Uruguay, que será una paliza. Y seguramente Panamá también nos ganará.
Ni de verde mentisán, ni de rojo, ni en la altura y capaz que ni jugando en El Alto, como dejó entrever Zago la semana pasada, haremos algo. Nos falta demasiado y se nota que no hay un interés real por cambiar la situación.
Nos esperan años negros.Imagen: