Foto: @EURO2024
Creo que todos sabemos o por lo menos asumimos que esta es la última competición internacional de Luka Modric, el gran mediocampista croata, el mejor jugador de la historia de su país. Un futbolista tan inteligente como todo terreno, que nos deslumbró en un Real Madrid apoteósico y en los últimos mundiales que jugó con su selección, donde consiguió una final y una semi. En esta, la Euro, se queda afuera en la fase de grupos. Es un dolor muy grande para todos los que amamos la pelota.
Porque Luka lo dejó todo, así como sus compañeros, que lastimosamente no estuvieron al nivel de una competencia que no te perdona hasta en el último segundo, como acaba de suceder en el partido con Italia: un gol de Zaccagni significó el 1 a 1 que clasificó a los italianos a los Octavos de final y deja a los croatas prácticamente desahuciados.
Es difícil despedirse de un jugador así, como va a ser decirle adiós a figuras como Toni Kroos, Cristiano Ronaldo y Messi (que también juega su última Copa América), estrellas que han marcado una época, que para muchos significan mucho de nuestra adolescencia y juventud. Pero así es la vida, el tiempo pasa para todos. No perdona.
Ahora, la otra cara de la moneda es una Italia con muchos jugadores jóvenes que no se rindieron hasta lo último de lo último y consiguieron su anhelada clasificación a la siguiente instancia, donde chocarán con una de las revelaciones del certamen: Suiza.
Si algo nos está enseñando esta Euro es que todo puede pasar, todo. Y que el tiempo es el verdadero enemigo.