Por: Rodrigo Villegas
Una valla publicitaria. Una cara, un cuerpo, en una pancarta. En algo pintado en el cielo. Es la aspiración de muchos: que vean tus ojos, tu sonrisa aumentada. Tu promesa de algo mejor para los demás. Tu intención de cambiar algo. Tu persistencia por sentarte en esa silla de hierro en la que muchos quieren reposar. Por la que algunos, incluso, darían la vida por poseer.
En los pasados días nos topamos con más de una: vallas con el rostro de Andrónico Rodríguez, el actual presidente de la Cámara de Senadores y aliado de Evo Morales, pero a quien se le ha atribuido una carga política muy fuerte al ser nombrado como “el factor que podría hacer posible la unidad de la izquierda” en las siguientes elecciones. Es decir, se lo ha proclamado como candidato.
Y es que en las encuestas del empresario Marcelo Claure – otro que busca el poder y el dinero a partir de la imagen que ha creado de sí mismo – Andrónico aparece como uno de los mejores posicionados, tanto que algunos poseedores de personería jurídica, como Félix Patzi y su Movimiento Tercer Sistema (MTS), le han ofrecido su sigla para participar de las siguientes elecciones.
Con esa valla publicitaria en Achumani, un fondo blanco en el que destaca la mitad de su cuerpo, con su sonrisa a flor de piel, Andrónico ha descartado haberla hecho colocar y ha dicho una y otra vez que no será candidato para las siguientes elecciones, sino que el único elegido por sus bases es Evo.
¿Entonces quién la colocó? Diputados evistas aseguran que es una estrategia del Gobierno de Luis Arce y de la mismísima Embajada de los Estados Unidos para desestabilizar su alianza con Morales. ¿Cuál será la verdad?
A pesar de eso, a Andrónico no se le deja de insistir en que se afiance como eso, como una elección más para la votación presidencial de este año (agosto). Hay que ver qué sucede de acá a unos meses, si la presión dará o no resultado. Si algo hemos aprendido en la política nacional, en su historia, es que todo puede suceder. Se han cruzado más de una vez “los ríos de sangre” …Otro personaje del que también se han visto vallas con su imagen es el empresario Samuel Doria Medina, precandidato para los comicios generales. A pesar de formar parte de una alianza de líderes de oposición, Doria Medina ha empezado con todo, formando alianzas por doquier. Y es que sabe que su contrincante mayor en esta pelea por definir a un solo candidato que enfrente al MAS también hace lo suyo: Tuto Quiroga ha firmado más de un acuerdo con partidos políticos y organizaciones sociales, asegurando que estará en la papeleta de votación “sí o sí”.
Samuel, de momento, ha concentrado muchas de sus fuerzas en la ciudad de El Alto: entre algunas más, ha hecho colocar dos vallas publicitarias, una en la Ceja y otra en la avenida Juan Pablo Segundo, a la altura de la Chacaltaya, donde muestra su sonrisa entre la barba café y los lentes que lo caracterizan con diferentes mensajes dirigidos a la población de la urbe: en la primera dice “Dólares, diésel y gasolina en 100 días” y en la segunda el mensaje es “El Alto será una zona franca sin impuestos”.
Los minibuses pasan y repasan por las calles, así como la gente, los comerciantes y los paseantes, y algunos levantan la cabeza para ver el rostro enorme de Samuel y leer lo que jura que hará si es elegido como presidente de Bolivia. ¿Qué piensan ellos? ¿Le creen? ¿O, curtidos, ya están acostumbrados a las promesas de siempre de los políticos de turno?
No será sorpresivo ver de acá a unos días y semanas más vallas con la imagen de Manfred Reyes Villa, de Chi Yunh Chun, de Tuto Quiroga o hasta, así como cuando fue presidente e inundó el país de pancartas con su cara, de Evo Morales. Y es que en la política todo vale. Hasta rellenar el cielo de rostros y juramentos que solo el futuro sabrá si se harán realidad o no.
Mientras tanto nos quedan sus rostros en el día a día. Aguantarlos, resistir este año. Hasta que pase la votación y, tiempo más tarde, se repita el ciclo.