Por: Rodrigo Villegas
Navidad en La Paz: bloqueos, lluvia, marchas, compras en los mercados. Confusión por el presente y futuro económico del país. La Central Obrera Boliviana (COB) continúa en sus movilizaciones en contra del Decreto Supremo 5503: “No es solo el levantamiento de la subvención de los combustibles, sino los otros artículos, que atentan contra la industria nacional, que le entregan el país a los empresarios”, argumentan. Y marchan por el Prado paceño, se mojan con el agua que cae del cielo. Lo hacen en feriado, pero cada vez (al menos por lo que se ve en las protestas) son menos.
Mientras tanto, buena parte de la población está concentrada en las fiestas de fin de año, en comprar los regalos, en organizar la cena familiar, en preparar la picana. Parece ser que la estrategia del Gobierno de Rodrigo Paz ha funcionado: dictar esta norma a pocos días de Navidad para que la población esté distraída, aprovechando para descansar en las vacaciones. Incluso se dicta un feriado más, el del viernes 26 de diciembre, que provoca cuatro días con oficinas cerradas. Con poca actividad.
¿Has leído todo el decreto?, me pregunta un amigo, y le soy sincero y le respondo que no, que solo he visto partes, que, inocentemente, me he dejado llevar por lo que “resumen” los “especialistas” de la televisión.
Pero le prometo leerlo todo. Es un deber nacional. Tenemos que conocer exactamente dónde nos quieren meter o qué tanto nos beneficia esta y cualquier otra norma.
Hay que leer siempre, es la única manera de ver más de lo que nos muestran las redes sociales y la TV. Siempre hay que leer.
La mañana de Navidad, el jueves, salgo a caminar un poco por el centro de la ciudad. Tal cual, el Prado persiste bloqueado por los afiliados a la COB, y reconozco las banderas del Magisterio, que en sus pancartas dicen haber venido desde Tarija, Potosí y Pando. No son muchos, pero, acompañados de una guitarreada, bailan en medio de la lluvia. Es una protesta pacífica.
Días antes, en su intento por ingresar a la Plaza Murillo, los todavía cientos de mineros que habían llegado hasta la sede de gobierno protagonizaron enfrentamientos con la Policía Boliviana, que resguardaba el centro político del país. Algunos efectivos denunciaron haber sido heridos por explosiones de dinamita. Por suerte no pasó a mayores. Desde aquel día los dirigentes de la COB insisten a sus afiliados en no hacer uso de la violencia. La Policía, por su parte, había respondido con gases lacrimógenos.
Lo cierto es que todavía la “credibilidad” de la institución obrera está manchada: por muchos años se pusieron más del lado del partido de Gobierno, el del MAS, y perdieron buena parte de su imagen como sector defensor de los trabajadores. “No es nuestra culpa, ya hemos expulsado a los exdirigentes, (Juan Carlos) Huarachi ya está en la cárcel, nosotros tenemos a una nueva dirigencia”, reclaman varios mineros, para varios ciudadanos paceños los rechazan, todavía los ven pintados de azul.
También por el Prado, me topé con tal vez lo mejor que vi en estos días ya pasados de Navidad: un grupo reducido de amigos, al parecer compañeros de alguna empresa, regalaban juguetes, gelatinas y pipocas a varios niños y niñas de familias pobres, que sonreían tímidamente al abrazar un camión o una muñeca, al saborear el salado de las pipocas.
Vi por lo menos a dos grupos más de aquellas personas, que seguramente habían acotado de sus propios bolsillos para darles algo, aunque sea un poco, a los niños que no podían compartir una picana en la noche o, ni qué decir, una gran cena en familia.
Pensé en la solidaridad, uno de nuestros más grandes bienes como seres humanos y que suele verse con mayor frecuencia en estas fechas. El corazón de un hombre puede ser muy grande, pero, también, puede ser pequeño y oscuro.
Regresé a casa con esa imagen, la de personas de alma noble que habían decidido emprender ese camino de hacer felices a los otros, a los que siempre les falta algo o todo. Eso significaba, de seguro, la Navidad. De intentar hacer feliz a los demás.
A lo lejos escuché el sonido de un petardo. ¿Sería una celebración navideña o lo habría lanzado un minero de la COB? Nunca lo sabría.


![[Crónica] El fin de la subvención](https://unapalabra.net/wp-content/uploads/2025/12/WhatsApp-Image-2025-12-21-at-5.03.08-PM-218x150.jpeg)
