Foto: @EURO2024
Por: Rodrigo Villegas
Albania es una de esas selecciones con las que te encariñas pronto. Es de esos equipos “débiles” a los que quieres que le vaya bien porque se empeña como pocos en el campo de juego. Porque no le teme a nada, a nadie. Ya lo demostró en su debut contra Italia, donde le convirtió un gol en los primeros treinta segundos. Y ahora lo hizo con una Croacia venida a menos, pero una Croacia al fin, donde logró empatar (2 a 2) en el último minuto. Igualdad injusta, porque merecían haber finalizado el primer tiempo unos dos o tres a cero, mínimo.
Esos buenos, muy buenos albaneses, los once que juegan impulsados por los casi 50 mil hinchas que los acompañan en Alemania, se han robado nuestros corazones.
Así como lo ha hecho el buen Gündogan, de una Alemania que fue devorada en el primer tiempo por una Hungría que lo intentó todo pero que le faltó la suerte que sí tuvieron los teutones, la mística, si quieres. Pero todo de la mano del buen mediocampista del Barcelona que vimos brillar en el Manchester City y deslumbrar en el Borussia Dortmund. Es un todoterreno, pero a la vez un hombre tan inteligente, que sabe dónde enviar la pelota a cada segundo y lo mejor, dónde posicionarse. Claro, lo acompaña otro monstruo como Toni Kroos en el medio del campo de juego. Así cualquiera…
Alemania, una de las favoritas, con la victoria de este miércoles (2 a 0) es la primera selección clasificada a la segunda fase de esta Euro.
Suiza y Escocia, en el tercer partido de la jornada, se mataron por los tres puntos, pero solo lograron salir de la cancha con una para cada lado. Empataron (1 a 1) y ambos, a pesar de todo, tienen chances de pasar al siguiente nivel de competencia.
Mañana se viene un clásico: España contra Italia. Pizza contra paella.